¿Eres tú felicidad?

Hará ya un tiempo que me hago esta pregunta, y a día de hoy sigo sin saber qué es la felicidad. Siento un vacío en mi pecho que no logro llenar, colecciono momentos con las personas más maravillosas del mundo, personas por las cuales daría cualquier cosa si un día necesitasen de mi ayuda. Personas que han sido amanecer, fiesta un sábado noche y alas con las que poder volar cuando el mundo había matado el último hoyuelo de felicidad en mi rostro. 

Busco, y busco algún aleteo que me guié en mi camino. Un indicio de que no me he equivocado, que el camino correcto es aquel que esta lleno de errores, porque al fin y al cabo es la prueba de que hemos vivido con la llama más intensa. No puedo parar, y me veo obligado a pensar en otra manera de sobrevivir a la marea que va y viene constantemente, porque nunca es demasiado tarde para volver a empezar.  Pero aún así sigo teniendo miedo de subir unas escaleras que me lleven a una puerta sin salida.Que esto no puede ser un limbo sin final.  

Para. 
Respira. 
Vuelve a empezar. 

Ninguna herida es tan grande que no pueda sanar, y la calma a la que estaba tan acostumbrado se ha vuelto a marchitar. 
Viajo, viajo por todos los atardeceres que me pueda encontrar. Veo el sol apagándose, y me embriago del crepúsculo de la noche que no es más que el preludio de lo que acontece en la oscuridad. De nuevo una vez más vuelvo a luchar con el recuerdo de la nostalgia, que no es más que el pensamiento equívoco de que los días pasados siempre fueron mejores. Porque te agarras a la calma de tiempos lejanos, a llantos que forman ya parte de reliquias del pasado. 
Y en ese momento te das cuenta, me doy cuenta yo. De lo que realmente me falta eres tú. Pero que no sé dónde estás, cómo eres, o si por algún capricho del destino nos conocemos ya pero aún no lo sabemos. Quiero poder hablar de tus manos, de tus ojos, contemplar tú pelo y fijarme en todas las arrugas que se forman en tu rostro cuando sonríes a carcajada. Presenciar como tú mirada mira hacia la nada, y preguntarme si eres la suerte que buscaba. 
Y a pesar de todo solo me queda hacer lo único que sé hacer, agarrarme el corazón bien fuerte y continuar, continuar amando, continuar caminando, continuar soñando, continuar sonriendo a pesar de los pesares. continuar y continuar y continuar y continuar.. 
Continuar hasta que te encuentre. 

Porque no sé si serás felicidad, pero si sé que sin ti no seré. 




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