En silencio y con el corazón.
Que bonito día hace hoy para un corazón tan roto, y que preciosidad de pecho el tuyo proclamando bandera contra el mundo. Y es que por fin llegó la primavera, dejando al frío invierno de lado una vez más, desesperado porque ninguna flor quiso ser su estela.
La verdad que tus pestañas nunca tuvieron nada que envidiar a la primavera, que de tus ojos nacía el brillo que me hacía comprender que tú siempre fuiste la jodida poesía.
Y aquí estoy una vez más, dibujando corazones en tu espalda sin que te des cuenta. Amándote de la única forma que sé, en silencio y con el corazón.
Debes perdonarme, nunca fue mi intención llegar a quererte a tanto.. y en cambio estoy aquí, perdido entre todas las miradas que me regalas en forma de métrica. Porque reconozco que me perdí en aquella mirada, y desde entonces, solo busco el brillo que provocaban tus pestañas con el primer rayo de sol de la mañana.
Dime tu secreto, cómo has conseguido robar el corazón que enteré bajo espinas. Que yo en cambio aún no he conquistado terreno en tu pecho. Porque reconozco que te has convertido en mi debilidad, mi talón de Aquiles. Pero también en fortaleza que me alza contra el mundo, me empuja a luchar contra vida y marea.
Vivo en un constante sueño, porque la realidad es demasiado jodida para mí. Y lo sé, soy un crío por no aceptar la realidad de la verdad, por quererme esconder en la verdad de la mentira. Pero qué le voy a hacer, si solo busco crear sonrisas en tus ojos y coser las heridas que esconde tu coraza de hierro. Porque las mías ya me dan igual. Abrazos forjados y sonrisas cómplices, te quieros que se quedan cortos y desean más.
No sé, tal vez solo busque que el mundo se pare.
Y se pare justo, en esos abrazos.
Contigo.
La verdad que tus pestañas nunca tuvieron nada que envidiar a la primavera, que de tus ojos nacía el brillo que me hacía comprender que tú siempre fuiste la jodida poesía.
Y aquí estoy una vez más, dibujando corazones en tu espalda sin que te des cuenta. Amándote de la única forma que sé, en silencio y con el corazón.
Debes perdonarme, nunca fue mi intención llegar a quererte a tanto.. y en cambio estoy aquí, perdido entre todas las miradas que me regalas en forma de métrica. Porque reconozco que me perdí en aquella mirada, y desde entonces, solo busco el brillo que provocaban tus pestañas con el primer rayo de sol de la mañana.
Dime tu secreto, cómo has conseguido robar el corazón que enteré bajo espinas. Que yo en cambio aún no he conquistado terreno en tu pecho. Porque reconozco que te has convertido en mi debilidad, mi talón de Aquiles. Pero también en fortaleza que me alza contra el mundo, me empuja a luchar contra vida y marea.
Vivo en un constante sueño, porque la realidad es demasiado jodida para mí. Y lo sé, soy un crío por no aceptar la realidad de la verdad, por quererme esconder en la verdad de la mentira. Pero qué le voy a hacer, si solo busco crear sonrisas en tus ojos y coser las heridas que esconde tu coraza de hierro. Porque las mías ya me dan igual. Abrazos forjados y sonrisas cómplices, te quieros que se quedan cortos y desean más.
No sé, tal vez solo busque que el mundo se pare.
Y se pare justo, en esos abrazos.
Contigo.
Comentarios
Publicar un comentario