Tu carta.

Hoy ha muerto el amor, acaba de morir y entre lagrimas le escribo este verso, o intento de verso diría yo.
Se ha roto el futuro y el presente, por no hablar de las cicatrices que dejará el pasado. Ojalá fuera esto como las películas que echan los domingos por la noche, en la que todo al final acaba bien.
Hoy Madrid llora, llora por los corazones que no volverán a enredarse en las sabanas un sábado por la tarde. Porque no hubo beso que sellase las heridas, y porque nunca quise perderte cielo. 
Soñé tanto con un nosotros, amor. 
Soñé con tus mejores días, y con tus peores. 
Y lo peor, o lo mejor, es que seguía queriendo apostar por un nosotros. Que aunque la tormenta predijese la peor de las tempestades, yo quería estar, subir al cielo o hundirme en el barco de tus pestañas. Daba igual mientras que al día siguiente el sol nos abanicase de frente, y yo me enredase en tu pecho a la par que escuchaba el latido que este provocaba. 
Esta carta quiere decirte que siempre intentaba ponerme mis mejores galas, quería enamorarte día a día, sonrisa a sonrisa. Que no sabes lo feliz que era al escuchar tu voz antes de acostarme. Porque di todo y perdí, tal vez el amor no era suficiente y fallé. No sé en qué, pero duele. 
Pero antes de acabar, permiteme decirte que nunca hice nada con maldad y que soñé tantas noches contigo que la luna estaba cansada de contemplar la misma película de amor, permiteme que a pesar de los daños que nos podamos haber hecho tengo que decirte que has sido el mejor poema y al que nunca voy a olvidar. 
Eras mi salvavidas en todas esas noches de naufragio, y quiero pensar que yo fui el tuyo. 
Me ofrecías cielo y estrellas, y sé que no te iras del todo. Que el mundo sigue girando, pero eras tú el giraba el mío. Lo siento por recurrir a estos versos, pero quería decirte que te echare siempre de menos.   
El tiempo pasa lento ahora, y ojalá hubiera girado igual de lento mientras te abrazaba con fuerza. Quería pensar que seríamos la excepción, que ahora despertaría de esta pesadilla y estarías a mi lado durmiendo. 
Las calles van a ser injustas, y me van a recordar que tu ya no estas. 
Por último solo quiero decirte, que seas feliz, 
y que no me voy a olvidar de ti,
nunca amor. 







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