Diciembre y no estás.
Por favor, decidle que vuelva. Ya es diciembre, y mí pecho sin tú piel abrazándome se congela en este frió invierno que abanica Madrid. Pensé por un momento que sería capaz de vivir sin ti, pero la vida ha vuelto a jugar con este corazón demostrándome que no tenía razón. Que yo solo quise ser muso en verso de tus labios enredándose en mi boca.
Por favor, decidle que hoy mi vida ya no es vida. Que fuiste fugaz pero permanente en alma rota.
Que difícil es esto del tiempo que se escapa de las manos, y no da segundas oportunidades. Supongo que el mayor de nuestros problemas fue que tuvimos que jugar a ser maduros antes de tiempo, y al final nuestro mayor pecado fue no querernos como queríamos.
Me encontré con miedo y orgullo una noche más mientras paseaba con valentía por la ciudad. Pero miedo es traicionero, y me mordió tan fuerte que fui incapaz de decirte aquella noche lo que sentía por ti.. y pedir perdón fue tarea imposible ya que orgullo me empujo a la carretera de mis inseguridades. Y es que pasear perdido por la ciudad de tus recuerdos es lo que tiene, es un lugar que aún estando vivo.. sientes como cada recuerdo te mata un poco más por dentro. Es como adentrarte en un bosque suicida, que aún sabiendo que no saldrás para contarlo, entras para refugiarte de la tormenta.
Pero nunca habrá mayor tormenta que la de tus labios fundiéndose con los míos. La de tus piernas enredándose con mis piernas. Y la de la fusión de dos abrazos que se vuelven a reencontrar.
Por favor, decidle que hoy mi vida ya no es vida. Que fuiste fugaz pero permanente en alma rota.
Que difícil es esto del tiempo que se escapa de las manos, y no da segundas oportunidades. Supongo que el mayor de nuestros problemas fue que tuvimos que jugar a ser maduros antes de tiempo, y al final nuestro mayor pecado fue no querernos como queríamos.
Me encontré con miedo y orgullo una noche más mientras paseaba con valentía por la ciudad. Pero miedo es traicionero, y me mordió tan fuerte que fui incapaz de decirte aquella noche lo que sentía por ti.. y pedir perdón fue tarea imposible ya que orgullo me empujo a la carretera de mis inseguridades. Y es que pasear perdido por la ciudad de tus recuerdos es lo que tiene, es un lugar que aún estando vivo.. sientes como cada recuerdo te mata un poco más por dentro. Es como adentrarte en un bosque suicida, que aún sabiendo que no saldrás para contarlo, entras para refugiarte de la tormenta.
Pero nunca habrá mayor tormenta que la de tus labios fundiéndose con los míos. La de tus piernas enredándose con mis piernas. Y la de la fusión de dos abrazos que se vuelven a reencontrar.
Comentarios
Publicar un comentario