Desastre.

Él daba tumbos por la oscuridad de la noche esperando que de una manera u otra sus heridas sanaran, que idiota pensaréis. Abrazaba cualquier nueva estrella que le prometiera la curación de sus errores pasados, como si eso fuera posible y todos nuestros errores se pudieran disipar en el aliento del crepúsculo. Cansado de falsas promesas se propuso ser su propia estrella helada del firmamento.. Abrazarse a sí mismo dolía y mucho. Ya que no solo estaba abrazando su cuerpo, sino su alma que albergaba heridas que escocían aún, abrazaba sus espinas que se clavaban más adentro y sentía sangrar todo su cuerpo. Pero lo que más dolía era darse cuenta que solo se tenía a sí mismo; su propio enemigo. Dolía el miedo, dolía la soledad reinante en el vacío que le envolvía, dolía, pero seguía adelante. Y sigue. Porque hoy se mira al espejo, y grita de impotencia por los errores pasados. Aún no perdona. A veces llora a escondidas, pero eso no le hace débil, le hace más humano, más humilde, le hace saber que tras este corazón de hierro hay algo que sigue latiendo. Y eso le consuela. Reprimía tanto sus sentimientos, que llegó el día en que todo se fue a la mierda y exploto, y lo que quedo de él no fue más que un puñado de cicatrices. Y ahora no le da miedo volver a llorar, porque sabe que es la única forma de no volver a morir en vida. Él no es más que un puñado de errores, que arrastra un corazón roto. Pero eso no le va a detener, porque ya no le van a callar, y ahora ríe y llora fuerte ante la vida, ¿qué más dará a quién le moleste? Pues derramará lagrimas con más voz que nunca, porque quien le escuché hablar no sabrá si su sonrisa esconde felicidad o tristeza, pero sabrá que tras su voz esconde un sentimiento muy fuerte en él, sabrá que siente la vida de forma intensa, y eso será lo más importante de todo. 💎🌃🎆⇋

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